La electricidad y la humedad son una combinación potencialmente peligrosa. Por eso, en cualquier instalación eléctrica ubicada en zonas con presencia de agua, vapor o condensación, es imprescindible aplicar medidas específicas de protección. En este artículo exploramos qué se considera un ambiente húmedo, qué normas regulan su instalación eléctrica y qué productos y prácticas son recomendables para garantizar la máxima seguridad.
¿Qué se considera un ambiente húmedo?
Se entiende por ambiente húmedo cualquier entorno en el que exista riesgo de contacto de las instalaciones eléctricas con el agua o con altos niveles de humedad. Esto incluye no solo espacios como baños, cocinas o lavaderos, sino también entornos industriales, exteriores, aparcamientos, plantas de procesado, túneles o zonas costeras.
Según la normativa UNE-HD 60364, estos espacios requieren medidas de instalación y productos con características especiales de protección. Además, en zonas húmedas interiores, como baños y vestuarios, se delimitan zonas de riesgo (0, 1, 2) que condicionan el tipo de material eléctrico permitido.
Normativas aplicables a instalaciones eléctricas en ambientes húmedos
La legislación técnica europea y nacional establece requisitos específicos para garantizar la seguridad en estas condiciones:
- UNE-HD 60364-7-701: Instalaciones en cuartos de baño. Define zonas 0, 1 y 2, con restricciones de instalación según el nivel de exposición al agua.
- UNE-HD 60364-7-702: Instalaciones en áreas exteriores como jardines, piscinas o fuentes.
- IEC 60529: Clasificación del grado de protección IP.
- UNE-HD 60364-5-51: Requisitos generales para selección de materiales y sistemas de protección.
En España, el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) también recoge exigencias adicionales aplicables a ambientes húmedos en su ITC-BT-25 e ITC-BT-30.
¿Qué grado de protección IP es adecuado para zonas húmedas?
El grado de protección IP determina la resistencia de un dispositivo frente al ingreso de cuerpos sólidos y líquidos. Está formado por dos cifras:
- Primera cifra: Protección contra sólidos (polvo, herramientas, dedos).
- Segunda cifra: Protección contra líquidos (goteo, salpicaduras, chorros, inmersión).
En entornos húmedos, se recomienda utilizar dispositivos con un grado mínimo IP44. Para zonas exteriores o con contacto frecuente con el agua, se aconsejan niveles superiores como IP55, IP65 o incluso IP66.
Además de la resistencia al agua, en algunos entornos también es crucial la resistencia a impactos físicos. Descubre más sobre la protección IK.
Productos recomendados para instalaciones eléctricas en ambientes húmedos
Contar con los componentes adecuados es fundamental para evitar riesgos. Algunos de los más importantes son:
- Envolventes estancas: Cajas de conexión y distribución con grado de protección IP65 o IP66, fabricadas en materiales resistentes a la humedad y la corrosión.
- Interruptores y tomas de corriente protegidos: Con tapa estanca o sellado especial para impedir la entrada de agua.
- Protección diferencial: Interruptores diferenciales tipo A o F, que detectan fugas de corriente incluso con presencia de armónicos o componentes de corriente continua.
- Proteger contra sobretensiones: Uso de dispositivos de sobretensión en zonas propensas a tormentas o instalaciones al aire libre.
- Iluminación estanca: Luminarias LED con IP adecuado, aptas para exteriores, sótanos o espacios industriales húmedos.
- Cableado libre de halógenos: Especialmente recomendable para ambientes cerrados con alta exposición a humedad y riesgo de incendio.
- Cuadros premontados: Equipos diseñados específicamente para entornos húmedos, ya configurados con protecciones integradas.
Buenas prácticas en el diseño y montaje
- Ubicación adecuada: Evitar colocar puntos eléctricos cerca de fuentes de agua directa.
- Canalización estanca: Utilizar tubos y accesorios con protección suficiente contra humedad y condensación.
- Sellado de entradas de cable: Imprescindible en cuadros eléctricos y envolventes.
- Materiales resistentes: Empleo de tornillería, soportes y tapas anticorrosivas.
- Instalación de protecciones diferenciales: Tipo A o F, con sensibilidad de 30 mA, especialmente en zonas húmedas de uso general.
- Evitar errores comunes: como cajas abiertas, entradas sin prensaestopas, conexiones sin aislante adecuado o sin etiqueta.
- Inspección periódica: Fundamental en entornos industriales, especialmente aquellos con limpieza a presión o alta humedad constante.
Conclusión
La seguridad eléctrica en entornos húmedos es un aspecto esencial de cualquier instalación profesional. No solo se trata de cumplir con la normativa, sino de proteger personas, equipos e infraestructuras ante riesgos reales.
En Solera desarrollamos soluciones específicas para estos entornos exigentes, incluyendo envolventes, diferenciales, protecciones y accesorios con los niveles de protección adecuados. Para facilitar la elección y el diseño de tus instalaciones, ponemos a tu disposición herramientas como nuestro configurador de cuadros fotovoltaicos, adaptable a las necesidades técnicas de cada proyecto.
La prevención comienza con una buena selección de materiales. Y la seguridad, con conocimiento técnico y compromiso.